¿Sabías que estar enojado no solo afecta tu estado de ánimo y relación con los demás, sino que te puede afectar mucho tu salud, incluso llevarte a la muerte?
No exagero, y es que en este blog revisaremos lo que le sucede a nuestro cuerpo cuando estamos enojados, y como usar técnicas para mejorar esto, todas las cuales son gratuitas y están al alcance de tu mano.
En este blog revisaremos:
- ¿Que se altera en nuestro cuerpo cuando estamos enojados?
- 5 Razones porque perdonar mejora nuestra salud.
- No somos perfectos, practiquemos el Perdón.
- Perdonemonos a nosotros mismos: el auto-perdón.
¿Que se altera en nuestro cuerpo cuando estamos enojados?
El enojo nos genera una reacción de “inflamación interna”, por llamarlo así.
Y es que estar enojado nos pone en estado de alerta, el cual es beneficiosos en ciertas ocasiones. Por ejemplo, cuando estamos escapando de una situación peligrosa, y a esto se le llama respuesta en Ingles “fight or flight”, o respuesta de emergencia.
Nuestro cuerpo produce más adrenalina, lo cual es bueno. Sin embargo, cuando estamos en situaciones de enojo prolongado producimos más cortisol, que es una hormona que desencadena reacciones inflamatorias en nuestro cuerpo.
Como lo hemos revisado en el blog del sistema inmune, la IgA juega un rol muy importante en nuestras defensas.
5 Razones porque perdonar mejora nuestra salud.
Bien, ahora que ya tenemos una idea de los nos provoca estar enojados, veamos como perdonar y olvidar mejora nuestra salud:
Reduce riesgo de ataque al corazón
Un estudio del 2009 ya mencionaba la importancia de perdonar para la salud de nuestro corazón.
En este estudio se evaluó la salud psicológica, estrés y otros marcadores de salud del corazón entre pacientes hospitalizados.
Aunque el estudio fue relativamente pequeño, mostro que en pacientes que sufrían de problemas cardiacos, el perdonar podría estar relacionado con una reducción de futuros problemas del corazón.
¡Esto es increíble! Como medico les cuento que nos muchas veces pensamos que para reducir la posibilidad de un futuro ataque al corazón o cualquier otro problema cardiaco tenemos que enfocarnos en los medicamentos que el paciente debe tomar, los cuales son importantes.
Sin embargo, mi filosofía de medicina Integrativa y Funcional me permite ver más allá de solo los fármacos: alimentación saludable, actividad física, reducción del estrés, etc.
Decirle a un paciente que acaba de sufrir un problema cardiaco que tiene que empezar a perdonar me parece una herramienta vital en su plan de rehabilitación.
Para solidificar la idea en este articulo científico, en el año 2009 hubo otro estudio, un meta análisis (donde se revisan muchos estudios). Se concluyo que el enojo y la hostilidad no solamente afectan a personas con historia de problemas del corazón, sino también a quienes no tienen este antecedente.
En otras palabras, no solo se benefician de prevenir problemas cardiacos quienes ya sufren del corazón, sino también quienes están sanos.
Esto es realmente medicina preventiva al alcance de todos.
Reduce el colesterol
Un estudio de hace más de 20 años ya nos decía de la relación entre hostilidad, enojo y colesterol.
En dicho estudio se concluyó que personas con un alto grado de hostilidad mostraban también elevados niveles de colesterol.
Como mencione antes, el enojo crea una respuesta inflamatoria en nuestro cuerpo, y un colesterol elevado (LDL o conocido como “malo”) es otra manifestación de este fenómeno.
Son las mismas “hormonas del estrés”, como la adrenalina y el cortisol, que provocan un aumento de triglicéridos y ácidos grasos en nuestro cuerpo.
Este efecto se ve a menudo cuando estamos expuestos a un nivel de estrés crónico, el cual es muy común en muchas personas. Esto generalmente se relaciona a un trabajo muy estresante, problemas en nuestras relaciones familiares o simplemente a tener una mentalidad poco positiva.
Aunque pocos hablan de este tema, muchas personas se concentran en asumir la mentalidad de “ser víctimas de su mala suerte o destino”. Si a esto se le suma a la poca o nula capacidad de muchos de no perdonar y mantener ese enojo internamente, nuestra salud se va a ver afectada.
Disminuye la Presión Arterial
Sabemos que la famosa adrenalina hace que nuestro corazón no solo lata más rápido o se acelere, sino que también incrementa la presión en nuestros vasos sanguíneos, o nuestra circulación por ponerlo en términos simples.
En personas que tienen tendencia a estar enojados, o enojarse fácilmente se conoce que dado al estrés provocado están más propensos a tener problemas de presión alta.
¿Usted cree que este efecto se puede ver también en niños? De hecho, un estudio en el 2011 demostró que, en niños con sobrepeso, los rasgos de tener más enojo se relacionaban con una presión elevada.
Salud mental: mejora la ansiedad, depresión, y estrés
Es muy obvio que el estar enojado no nos ayuda a tener una mejor salud mental. Ahora más que nunca, debemos de cuidar nuestra salud mental, la cual ha sido puesta a prueba durante la reciente pandemia.
Sin embargo, situaciones de trabajo, familiares, o noticias mundiales que nos causan estrés o enojo definitivamente van a impactar nuestras emociones.
En un estudio hecho el 2016, se estudió a 332 participantes y se midió sus niveles de estrés y perdón, así como otras medidas de su salud mental.
Se comprobó que las personas que perdonaban mas no solo gozaron de menor niveles de estrés sino también tenían una mejor salud mental.
No hace falta presentar muchos datos científicos de que perdonar nos hace bien. Lo importante es experimentarlo y ver no solamente los buenos efectos que se dan en quien es perdonado, sino también en quien es capaz de perdonar de corazón.
Reduce el dolor
Es muy familiar para todos que el estar enojado o con mucho estrés produce molestias no solo emocionales, sino también físicas.
En problemas médicos que son más complejos de tratar, como la fibromialgia, se nota una clara asociación entre estados de estrés, ansiedad y dolor crónico.
En los últimos años se está cada vez más utilizando el poder del perdón como medicina en pacientes con dolor crónico.
En una revisión de varios estudios sobre este tema del año 2020, se evidencio que en personas quienes practicaban el perdón, había una mejora de su dolor crónico.
No somos perfectos, practiquemos el Perdón.
Cuando aún tenemos sentimientos de venganza en nuestros corazones no podemos vivir tranquilos, la verdad es que eso es muy incómodo.
Somos humanos, y entiendo que cuando sucede un hecho donde somos afectados de alguna manera, nuestra primera reacción es devolvérselo con la misma moneda, como decimos.
Sin embargo, la energía que invertimos en devolver tales actos agresivos solo nos genera más estrés y al final es muy probable que no hemos ganado nada, y perdido mucho, sobre todo tiempo valioso y energía.
Personalmente me ha sucedido que cuando alguna persona me ofendió lo primero que se me vino a la mente fue la típica reacción: ¿y qué le pasa a esta persona?
Luego pasar días enteros con ese incomodo tema dando vueltas en la cabeza, para después darme cuenta que no vale la pena ni siquiera dedicarle un minuto de mi valioso tiempo a personas que no se lo merecen.
Es cierto, claro que es muy sencillo decirlo, una cosa completamente diferente vivirlo. No se puede comparar un insulto de alguien que ni te conoce bien y no le das mucha importancia con algo mucho más complicado que podría no solo afectarte a ti, sino a tus seres queridos.
“Saber perdonar es sinceramente un arte, que como todas las artes requiere mucha paciencia y perseverancia para poder conocerla mejor y aplicarla a nuestro día a día”
Dr. Oscar Cornelio
El Auto-Perdón
Cuando me refiero a saber perdonar no solo me refiero al acto de perdonar a quienes nos hicieron daño, sino especialmente a perdonarnos a nosotros mismos.
Existe mucha investigación y estudios en el área del auto perdón o “self-forgiveness”, y es que sucede que, en ocasiones, aunque hayamos perdonado a otros se nos hace muy difícil perdonarnos nosotros mismos.
La verdad es que seguro nos van a faltar años en esta vida para poder conocer un poco más de nosotros.
He aprendido en mi vida que cualquier cambio que queremos ver en nuestro mundo exterior, sea finanzas, educación, prosperidad, mejor salud, etc, tiene que empezar siempre dentro de nosotros.
Conclusiones
La vida es realmente muy corta para vivir enojados y no perdonar a otros y a nosotros mismos.
Parece tan sencillo decirlo, pero cuesta mucho trabajo interno y el deseo sincero de cerrar heridas y saber que algo siempre mejor nos espera.
Es importante dejar de culpar a otras personas de nuestra “mala fortuna”, al gobierno, o a cientos de otras razones.
Tenemos que cambiar nosotros primero, y ser ese cambio que queremos ver en los demás. Cambiar nuestro “mindset” (pensamiento) y convertirla en nuestra mejor herramienta para recordarnos que somos primeramente seres “humanos”, y como tales debemos practicar esta maravillosa, y gratuita, medicina del perdón.
Vamos, te invito a que lo practiques. Estoy seguro que hay alguien en tu vida que se va a beneficiar de esta acción de tu perdón, y lo más bonito es que tú también vas a disfrutar sus beneficios para gozar de una mejor salud.
Espero, como siempre, que esto te sea de ayuda. Lo escribo con mis mejores deseos para que tengas una salud y felicidad plena.